José Luis Santos Trujillo

“Lo que un día comenzó siendo una afición  se ha convertido en mi profesión  y mi pasión”

Jose Luis Santos Trujillo, Artesano  Tornero, se  inició en este oficio a los 38 años en un pequeño taller en la medianía de La Orotava, anteriormente trabajaba de albañil hasta que un día conoció a Rafael Saigí Domínguez, artesano tornero de la madera, quien lo introdujo  en este mundo con su saber hacer. Un día, al verlo trabajar  con el torno, le picó la curiosidad  y comenzó a formarse en su taller aprendiendo las técnicas de preparación del torno, madera, desbastado y realizando molduras y los canales de la pieza a tornear. Al día le dedica unas cuatro horas, actividad que combina  con la agricultura.

La base de  la materia prima que utiliza son  maderas  de fincas de naranjeros, limoneros, loro, sabina y castaños básicamente. Las consigue en fincas de amigos, en barrancos y siempre está pendiente de la tala de árboles para aprovechar la madera.

En cuanto a las técnicas manifiesta que no se mantienen a lo largo del tiempo, hay más técnicas que se van descubriendo  e innovando  de forma autodidacta, pero  mantenerlas en  secreto.

El problema principal con el que se enfrentan la artesanía en general  son las copias, pero a él no le afectan porque sus trabajos son piezas únicas inspiradas en la naturaleza. Según Jose Luis la artesanía del país va por buen camino, aunque la economía en general no ayuda a salir adelante.

En cuanto al proceso de  su trabajo lo más importante es el tratamiento de su producto que es la madera y la habilidad manual,  pues es un proceso largo.  Si la madera está verde, primero tiene que cortarla, luego le da cera y posteriormente se pone en un secadero durante un año y medio o dos años. A partir de  entonces en cuando  puede empezar a trabajar para transformar la materia prima en objetos  únicos.

Las piezas que elabora son  variadas entre las que podemos destacar  trompos, pendientes, peonzas, bolígrafos, colgantes, llaveros, trofeos, morteros, azucareros, bandejas y todo tipo de  piezas decorativas tipo vasijas siempre con formas inspiradas en la naturaleza  conjugando lo útil y lo bello en cada pieza.

Destaca de su trabajo, la innovación y el diseño, que combina con otro artesano Alfarero de Arona,  D. Juan Manuel Pérez García. Ambos han realizado piezas  muy originales, entre las que destaca una  figura que consiste en  Una Mano de Barro sujetando un Trompo, con base de madera.

Los precios de sus productos oscilan entre los 15  y  300 euros. Normalmente vende en ferias de artesanía y también realiza trabajos por encargo.

Lo más que destaca de este artesano, es su capacidad de innovar pues todos los años crea nuevos productos diferentes a sus anteriores trabajos y originales diseños.

Para él la artesanía es “algo único y algo nuestro”.

Alicia Barber