Taller Bronzo: Evelina Martín, Francisco de Armas y Ventura Alemán

 

Taller de Esculturas Bronzo

Taller de Esculturas Bronzo

Artesanos – Fundidores 

«La artesanía creativa debe convertirse en polo de desarrollo económico en la Isla»

Bronzo es un taller artesano que agrupa a tres escultores y fundidores, vinculados por la facultad de Bellas Artes donde coincidieron durante sus estudios en la década de los 80. El taller, como tal, se funda en 1985 a raíz del premio que obtuvieron en el concurso del monumento a Francisco Afonso Carrillo, en el Puerto de la Cruz. De ese equipo fundador quedan ahora dos miembros, Evelina Martín y Francisco de Armas, al que se sumó en el año 94 el tercero de sus miembros, Ventura Alemán.

Los primeros pasos en el oficio de la fundación los dieron en la facultad, donde se hicieron pequeños talleres que ofrecía la fundición Capa. Unos conocimientos que completaron en la propia fundición Capa en Madrid, al tener que desplazarse hasta sus instalaciones para fundir el busto de Francisco Afonso, “y el resto lo hemos adquirido trabajando y equivocándonos”. También recibieron enseñanzas de Manolo Bethencourt, uno de los mejores escultores de Canarias con muchos conocimientos sobre la fundición, el repasado, cincelado y las pátinas. “Hemos aprendido mucho de todos los escultores para los que hemos trabajado, ya que sus propias necesidades nos han obligado a aprender para poder cumplir con lo que nos pedían”.

Cada uno de los tres tiene su propia trayectoria que les ha inclinado al mundo de la fundición. Francisco Armas, siempre tuvo interés por el trabajo manual y siempre tuvo claro que nunca estudiaría nada que fuera excesivamente teórico, buscaba una carrera eminentemente práctica, por su parte, Evelina Martín vino desde su Lanzarote natal a estudiar a la Universidad con la vista puesta en carreras creativas, y se decantó por Bellas Artes, donde encontró un lugar para dar cuerpo a un deseo que siempre había tenido, el de comunicarse a través de los objetos, mientras que a Ventura Alemán le viene de familia, su padre era artesano platero y con él aprendió algo de repujado de metales, fundición de joyería, pan de oro y esmalte sobre metal. En la Facultad de Bellas Artes se conocieron, y allí unieron sus destinos para crear el taller Bronzo.

El taller cuenta ya con muchos años de experiencia, “hemos aprendido y crecido con él”. Inicialmente era “de escultores y fundición”, pero con el tiempo especializaron su trayectoria profesional como “artesanos fundidores”, aunque el taller no ha dejado de ser un lugar de creación del que han sacado y continúan sacando sus proyectos creativos como escultores.

Utilizan el metal como base fundamental, fundición en bronce, aluminio y plata y técnicas de soldadura, corte y plegado en cualquier metal: acero cortén e inoxidable, aluminio, latón, etc. La mayoría del trabajo que se desarrolla en Bronzo es fruto del encargo, sujeto por tanto a las condicionantes del mismo. “Pero cuando desarrollamos libremente nuestra tarea creativa, nuestro fundamento es la escultura, y por tanto todo lo que hacemos está condicionado por esa forma de trabajar.

Actualmente se han adentrado en el mundo del diseño, por lo que se enfrentan a nuevos condicionantes también muy importantes, como, a quién se dirige un objeto, cuánto va a costar de venta al público, cuál va a ser el nivel de producción, dónde y cómo lo vas a vender. “Son cosas que como escultor no te planteas, pero sí como productor de objetos cuyo objetivo fundamental es la venta. Hay que tenerlos en cuenta inevitablemente y además, estamos descubriendo como esas nuevas circunstancias en vez de coartar la creatividad hace que ésta se multiplique, que aparezcan procesos y formas que antes no se te ocurrían fruto de un desarrollo creativo ya consolidado a través de nuestra creación escultórica”.

Su día a día es sacar los encargos adelante, y en ese proceso estás constantemente viendo posibilidades y barajando ideas, “tenemos una lista de cosas que se nos van ocurriendo durante el trabajo y que comentamos entre los tres, hacemos una selección de estas ideas y vamos llevando a cabo las piezas que más nos motivan a los tres, aunque generalmente el proyecto lo desarrolla uno de nosotros con las aportaciones y correcciones de los otros dos”.

Les gusta mucho trabajar con la copia de objetos naturales y el traspaso de texturas de un elemento a otro. Trabajan el modelado, la construcción directa, el corte y fresado y grabado de metales, mezclando formas orgánicas y construcciones geométricas, llevando el lenguaje de la escultura a objetos de diseño, e intentando inyectarles también una carga poética y conceptual.

En el terreno de la escultura cada uno de estos tres artesanos fundidores va por su lado y tienen una pequeña trayectoria y un lenguaje e intereses particulares, pero en lo que se refiere a los trabajos que salen del taller como creación colectiva suelen inspirarse mucho en la naturaleza, en texturas vegetales y también en texturas industriales que se traspasan a otros objetos. Los fragmentos de la anatomía humana también les dan muchos recursos, así como el trabajo sobre tramas geométricas y los espacios de la arquitectura.

En cuanto a las técnicas del oficio de fundición son básicamente iguales desde hace más de 4.000 años, se han mejorado los materiales y afinado en los procesos de control, pero básicamente es lo mismo. Aunque es verdad que han incorporado nuevas técnicas en lo que se refiere a las aportaciones desde la informática, el diseño y la impresión en 3D, los sistemas de corte y fresado por control numérico, los cortes por laser y chorro de agua, “son técnicas que nos sirven de apoyo, que abaratan muchos procesos y nos permiten hacer cosas nuevas, diferentes”. Ahora trabajan mucho sobre nuevos acabados, nuevas pátinas para el bronce y acabados para el aluminio, “que pueden darnos muchas alegrías”.

Su formación académica y relación con el campo de la escultura hacen que sus productos tengan ese lenguaje escultórico, generalmente muy rotundo, con peso. Son conscientes de eso y a la hora de buscar nuevas apuestas que requieren una apertura de miras, se mueven mucho por blogs y páginas de otros artesanos, diseñadores y artistas “para ver como resuelven las cosas, para abrir y ampliar esa gama de recursos e influencias que te condicionan a la hora de trabajar”.

Sobre los problemas más acuciantes con los que se enfrentan como artesanos, Bronzo es contundente en su respuesta, “cuando trabajas por encargo, como ha sido nuestro caso hasta ahora, no tienes mayores problemas que cualquier otro profesional, hacer bien los presupuestos, cumplir con las fechas, ser exquisitos con los acabados y cobrar a tiempo, pero cuando entras en la venta directa de tu producción, de tus creaciones, la cosa es bien diferente”. En ese sentido nos comentan que “nos hemos tirado a la piscina al abrir nuestra propia tienda, con una producción de piezas que no se habían testado comercialmente nunca, y ahora, con la experiencia de la venta vamos viendo qué cosas, qué productos son los que se venden y qué otros no. Cuando apuestas por la venta de producción propia los artesanos vamos a ciegas, jugando un poco al ensayo-error y tenemos que hacer una conversión en el proceso de trabajo, trabajar menos como artistas, es decir poniendo menos de nuestro gusto personal, de nuestro ego en los productos y pensar más desde el punto de vista del comprador, pensar a quién van dirigidas las piezas, cuáles son los precios que están dispuestos a pagar, cuáles son las tendencias del momento, qué cosas ayudan a que un objeto se venda mejor. Es un cambio de mentalidad desde el oficio hacia el mercado”.

Desde la experiencia de nuestro taller si hemos podido vivir durante años de nuestro oficio, pero la crisis está cerrando posibilidades en todos lados. Creemos que la artesanía en la medida que se ligue al diseño, a la decoración y el mobiliario, a las tendencias de la moda, a la joyería, los complementos, tiene un lugar excepcional, si ponemos nuestros recursos creativos al máximo, si nos exigimos para mantener siempre un nivel alto de diseño, calidad en la ejecución, y seriedad en la producción y distribución. Desde Canarias con un sector turístico tan amplio, sin grandes infraestructuras industriales y con un enorme potencial creativo, la Artesanía se debería convertir en un polo de desarrollo económico y de seña de identidad de las Islas, a través de la conservación de la artesanía tradicional y la proyección de la artesanía creativa canaria.

Para los artesanos del taller Bronzo, la conservación de los oficios y diseños tradicionales es importante como preservación de nuestro patrimonio cultural y es una labor que debe ser mantenida y apoyada desde las administraciones, “pero es solo una parte más dentro del terreno de la artesanía” y el futuro de la artesanía lo ven como algo más pegado al momento actual, porque “el diseño y el arte miran ahora a los oficios artesanos por su manera de resolver problemas técnicos, por sus lenguajes, por su concepción de producción de tiradas limitadas y producto personalizado”. La artesanía entendida como artesanía creativa, como diseñadores y productores desde el oficio, se convierte no solo en expresión cultural, sino en producción, puestos de trabajo y economía, “en polo de desarrollo económico”.

El taller Bronzo lleva 28 años en marcha y en su germen estaba crear una Sala de Arte asociada al taller, dónde desarrollar actividad cultural en torno a la escultura, un sueño que han hecho realidad hace unos meses en un local que han abierto en La Laguna, con un espacio de tienda en el mismo local que está suponiendo una transformación en muchos aspectos del taller. “Entrar en la producción propia y empezar a conocer lo que es la venta directa, es para nosotros como empezar a hablar”. La tienda del taller Bronzo se ha convertido en un lugar de diálogo, de tertulia con la gente que entra, en el que se multiplican las conversaciones sobre las piezas, lo que demandan del producto, lo que se elige y lo que no, lo que gusta y no se vende, lo que parece caro y se vende, lo que la gente te propone, y es además una oficina abierta del taller al público y se está convirtiendo en punto de encargo también para el taller. En la Sala de Arte se han organizado ya cuatro exposiciones y tienen programado casi un año por delante de nuevas muestras.

Para los artesanos del taller Bronzo, Artesanía implica “el arte de lo útil, cómo jugar con los conceptos de estética y comunicación desde un objeto que tiene un uso concreto, diferenciándonos del diseño en el control integral del proceso, con producciones pequeñas, personalizadas, a una escala en la que podemos estar encima del producto, controlar todas sus fases de producción y exigirnos una excelencia en los diseños y los acabados”.


 

Galería Fotográfica


Datos Genéricos

Oficio: Fundición

Domicilio Taller: C/ Tabajoste nº 4, Los Baldíos, La Laguna

Teléfono: 922 25 26 11

Correo Electrónico: info@esculturasbronzo.com

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